Es una de las adicciones más comunes y peligrosas, aceptadas por la sociedad, ya que el consumo de alcohol está a la orden del día en reuniones al terminar el trabajo, en fiestas o reuniones familiares, cumpleaños, celebraciones etc.
El consumo de alcohol se convierte en una adicción cuando genera problemas graves a la persona que lo consume.
Problemas que pueden afectar a sus relaciones familiares y sociales, al rendimiento académico y/o profesional, generar alteraciones en su salud física y psicológica, y ocasionar problemas legales y/o económicos. El alcoholismo protagoniza un comportamiento disfuncional y una progresiva distancia afectiva de sus personas cercanas.
Construye una vida donde la prioridad es seguir bebiendo a pesar de las consecuencias negativas que esto ocasiona.
El alcohol es una droga, una sustancia psicoactiva que influye en nuestro funcionamiento cerebral, su consumo pronunciado y prolongado es el que genera cambios neuroquímicos y neurofisiológicos que hacen que la persona presente una conducta repetitiva de búsqueda para conseguir sus efectos inmediatos, y con el tiempo evitar el malestar de no consumirlo.
A este efecto químico de la sustancia hay que sumar numerosos factores de riesgo para desarrollar una adicción, como cierta vulnerabilidad previa de la persona como los factores genéticos y rasgos de personalidad, situaciones sociales y familiares complicadas, malestares psicológicos, permisividad del consumo. Todos estos factores facilitan que pueda aparecer una adicción al alcohol.
Pero la adicción al alcohol tiene una buena respuesta a tratamientos para saber cómo dejar el alcohol. Por eso, es muy importante que el paciente o el familiar consulten con un especialista o centro especializado en adicciones sobre aquello que le esta sucediendo y poder aclarar si estos síntomas tienen relación con el consumo excesivo de alcohol. En la mayoría de casos, la intervención inicial ira dirigida a que el paciente tome conciencia de su enfermedad y se convenza de la necesidad de hacer un tratamiento.
El trastorno por consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave, según la cantidad de síntomas que presentes. Entre los signos y síntomas pueden encontrarse los siguientes:
El trastorno por consumo de alcohol puede incluir períodos de intoxicación por alcohol y síntomas de abstinencia.
El consumo de alcohol puede comenzar en la adolescencia, pero el trastorno por consumo de alcohol se manifiesta con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
Para saber cómo dejar el alcohol se debe tener un enfoque multidisciplinar, que integre las dimensiones biológica, psicológica y social que están afectadas en este trastorno. Así, se debe realizar un tratamiento que como objetivo general intente conseguir y mantener la abstinencia, prevenir las recaídas, reorganizar las relaciones sociofamiliares y tratar las consecuencias físicas y psicológicas del consumo.
Para ello, se utilizan diversas estrategias farmacológicas: tratamientos con fármacos que reducen el deseo del consumo y la gratificación del beber, ansiolíticos, antidepresivos, etc…
La intervención psicológica es uno de los componentes fundamentales del tratamiento. Se utilizan distintos procedimientos como son: la prevención de recaídas, entrenamiento en habilidades sociales y de afrontamiento, intervenciones motivacionales, técnicas de autocontrol. Estas intervenciones pueden realizarse de forma individual y grupal. Por otro lado son una parte muy importante del tratamiento las terapias para familiares y parejas de los pacientes para que conozcan para que entiendan y colaboren en el proceso que está haciendo el paciente, las implicaciones que tiene y las limitaciones que se le prescriben de cara a reducir el riesgo de recaída
La adicción debe ser entendida como una enfermedad crónica y más que superarla, la meta de cualquier tipo de tratamiento es aceptar la abstinencia permanente. Cuando alguien ha padecido una dependencia del alcohol no puede retornar a un consumo moderado, cuando vuelva a beber se encontrará con las mismas dificultades ocasionadas por la pérdida de control sobre el consumo.
Prevenir y saber cómo dejar el alcohol nos permite anticipar problemas relacionados con el alcohol en adolescentes. Es un factor clave a tener en cuenta para los familiares, colegios, institutos y amistades. En los adolescentes se debería de prestar atención a los signos y síntomas que puedan indicar un problema con el alcohol:
Ana Ces
Coordinadora de Programas de Fundació Fòrum
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