La política de reducción de daños en relación a las drogas y el consumo de sustancias, es un tema que genera polémica aquí y en gran parte del mundo. Pero ¿En qué consiste realmente? ¿Cuál es su objetivo? ¿Es para cualquier tipo de droga? ¿Qué impacto ha demostrado? ¿Cuáles son los perjuicios que alegan sus detractores? En esta entrada intentaremos echar un poco de luz sobre este tema que no solo afecta a la personas que consumen drogas, sino a la sociedad en su conjunto.
En pocas palabras, es una política tendiente a minimizar lo máximo posible las consecuencias adversas de consumir drogas psicoactivas (legales e ilegales) para quienes las consumen y para la sociedad toda.
Asimismo, se alega que este tipo de medidas busca mejorar la calidad de vida de quienes padecen consumos problemáticos, intentando disminuir la incidencia de enfermedades transmisibles y prevenir otros daños asociados, incluyendo muertes por sobredosis y accidentes.
Quienes ven que este tipo de medidas pueden ser beneficiosas para la sociedad, indican que lo mismo que se hace con el alcohol o el tabaco, es lo que se intenta hacer con otro tipo de drogas. Se reconoce una imposibilidad de erradicarlas y, por lo tanto, se busca adoptar políticas para contener o reducir el daño que producen.
Según este punto de vista, el foco no debe estar centrado en lo punitivo ni en la criminalización. También afirman que hace varias décadas que la droga circula en el mundo, y la prohibición no ha solucionado el problema.
Además, señalan que no hay contradicción entre prevención, tratamientos y estrategias de reducción de daños, siendo éstas últimas, un componente esencial en los programas modernos de tratamiento.
Quienes están en contra de este tipo de políticas afirman que la mayoría de las veces se utiliza esto sin tener en cuenta otro tipo de políticas tendientes a la prevención primaria, es decir, a evitar el consumo de drogas en su totalidad.
Por otro lado, consideran que esto puede servir como incentivo a los jóvenes a pensar que, en definitiva, el consumo de drogas no es algo tan malo.
Finalmente, también creen que los esfuerzos y recursos, deberían estar abocados en su totalidad a la lucha contra todo tipo de sustancias adictivas y dañinas para el cuerpo.
Por supuesto, tanto quienes consideran que la reducción de daños puede ser útil, como quienes consideran que no es algo positivo a largo plazo, afirman que todas las medidas que se tomen deben estar enmarcadas dentro de políticas de promoción de hábitos saludables y de prevención, y que una cosa nunca puede estar aislada de la otra.
Es difícil poder afirmar si este tipo de políticas puede realmente ayudar como herramienta en la lucha contra las drogas o si simplemente es un paliativo que ignora a quienes están perdiendo el control de sus vidas a causa del consumo de sustancias. De todos modos, nuestra tarea es y será siempre, poder ayudar a las personas adictas a tomar las riendas de sus vidas, re vincularse con sus afectos y tener una vida libre de drogas.
Si sientes que tu vida ya no te pertenece y la droga se apoderó de todo lo que tienes, contamos con un equipo de profesionales capaces de ayudarte, contenerte y mostrarte otro camino. No dudes en contactarnos.
Ana Ces
Coordinadora de Programas de Fundació Fòrum