Cuando hablamos de adicciones y sus tratamientos, sabemos que existe un abanico de posibilidades bastante amplio. Si bien el principio de una adicción es similar en todos los pacientes, cada persona lo vive diferente y, por lo tanto, es importante practicar la empatía y la comprensión hacia el adicto para poder determinar de qué manera será mejor abordarlo, tanto desde el punto de vista médico, como del emocional y psicológico. Por esta razón, profundizaremos sobre los tratamientos ambulatorios.
Como su nombre lo indica, es un tratamiento de intervención no residencial para pacientes adictos (con o sin sustancias).
A pesar de no existir internación, este tratamiento requiere un equipo multidisciplinario especializado que pueda hacer un seguimiento detallado.
El objetivo principal es lograr que el adicto supere su dependencia de consumo y pueda tener una vida plena e independiente.
Es importante hablar sobre este tema ya que no necesariamente toda persona que busque ayuda para combatir una adicción requiere/necesita estar internada. El análisis en equipo será lo que determine la situación específica de cada persona mediante un diagnóstico personalizado. A eso, se le suma una evaluación de la situación laboral, social, familiar y psicológica para determinar qué tan comprometida está con el consumo o la adicción.
Finalmente, una vez detectado todo lo anterior, se le dará un tratamiento acorde, ambulatorio o de internación dependiendo del caso.
En caso de que el tratamiento sea ambulatorio, también puede haber variaciones. Esto va a depender en gran medida del grado de riesgo en el que se encuentre la persona. Por lo general, a quienes se les asigna tratamiento ambulatorio es porque el riesgo es potencial y no inminente. En base a esto también se determinará la cantidad de veces que la persona debe asistir al centro, pudiendo ser de varias veces por semana, a tiempos más espaciados de 2 semanas o incluso más.
Principalmente porque las adicciones son enfermedades crónicas, es decir, es algo con lo que la persona deberá aprender a vivir y manejar de por vida, por lo que nunca está exenta de una recaída o de necesitar asistencia, ya sea médica, o simplemente poder charlar con otros adictos que hayan pasado por la misma situación.
Y es ese, uno de los puntos fuertes en los que resulta imprescindible este tipo de tratamiento ambulatorio.
Si bien un paciente puede llegar a tardar varios años en conseguir una estabilidad, como dijimos, la recomendación es nunca abandonar del todo el tratamiento, de modo tal de siempre poder contar con el espacio como un “cable a tierra”. Esos casos son los que denominamos terapia de mantenimiento… y funcionan tanto para adictos como para familiares de adictos.
En síntesis, siempre buscamos adaptarnos a las circunstancias de los pacientes para que el tratamiento elegido sea de la mayor eficacia posible. Si piensa que tienes problemas de adicción, no dudes en dejarnos tu consulta, podemos ayudarte.
Ana Ces
Coordinadora de Programas de Fundació Fòrum